Hernán Robles es un cantautor chileciteño de folclore que se encuentra en estos días recién llegado de córdoba donde estuvo promocionando su tercer álbum: Todo Sucede Cantando, un trabajo que conjuga el folclore con ritmos más bien latinos como el reggae y el candombe. Este miércoles 28 de junio estará en Espacio Random para rendir un Tributo a Spinetta.

De familia de artistas por todos lados –padre, abuelo, tíos, primos, hermanas y sigue y sigue-Hernán es una de las voces jóvenes de la música riojana que han salido en los últimos años del semillero del Polivalente de Chilecito. Además de Todo sucede Cantando, Robles también ha publicado Armonía y De Acequia y Sol ambos con un tinte folclórico mezclado con algún tema más inusual, como el cover de Ruégame de Illya Kuriaki, que tuvo bastante difusión.

Antes de pasar por el Espacio Random, Hernán se tomó unos minutos para descansar y conversar con nosotros sobre lo más importante: la música.

¿Desde cuándo te dedicas a la música?

Desde muy chico porque toda mi familia es de músicos: mi papá toca la guitarra, mi tío toca el bandoneón, mi abuelo el piano… y yo tampoco pensaba trabajar (risas).

O sea que lo llevás en la sangre…

Sí, es un legado familiar. En casa siempre música todo el día: clásica, folclórica, de todo; y la poesía también dando vuelta, la danza, mis hermanas bailan. Somos una familia de artistas.

Este miércoles vas a estar interpretando temas de Luis Alberto Spinetta, ¿Qué significa para vos este artista?

Spinetta es una de las primeras influencias en mi formación musical, sin dudas la más fuerte. Yo estudié música en el Colegio Polivalente de Chilecito, siete años de conservatorio y me recibí de maestro de guitarra clásica. Pero a la par yo escuchaba mucho Spinetta; de los 15 a los 17 fue casi lo único que escuchaba. Soy un fanático declaro del “flaco” y, aunque no interpreté mucho su música en mi carrera, sí influyó mucho su formación armónica y poética.

Si estuve haciendo canciones de Spinetta sueltas, pero nunca en un show totalmente dedicado a él.

¿Con que nos vamos a encontrar este miércoles en el tributo al “Flaco”?

Vamos a hacer clásicos: Muchacha Ojos de Papel, Durazno Sangrando, Todas las Hojas son del Viento. Va a ser un recorrido por la parte más acústica y, digamos, “joven” de su obra: los tiempos de Almendra, Pescado Rabioso. Es muy personal lo que voy a hacer, donde rescato lo conocido pero también temas que me gustan a mí, como Penumbra, un tema que no es muy conocido y que junto con Barro tal Vez, son mis preferidos.

¿Cómo es tocar Spinetta?

Es un desafío musical diferente. No es una música simple sino que tiene mucha complejidad y eso está bueno.

Sabemos que venís de una gira por Córdoba donde te fue muy bien, ¿Qué nos podés contar de eso?

Grabé mi tercer disco en vivo en el Galpón de la Vieja Estación con una selección de músicos que yo admiro: “Monchi” Navarro en guitarra eléctrica, Facundo Flores en flauta y percusión, Jorge Castro en batería y Lucas Gianello en bajo. Fue todo lo que yo esperaba, una unidad humana y musical increíble. Hicimos una sola toma de cada tema y salieron catorce temas.

Ese disco tuvo una repercusión que yo no me esperaba, sobre todo porque soy artista independiente, con una identidad estética propia y estilo particular. Pero por suerte la gente adhirió a esa estética y respondió muy bien. Se vendió más de lo que esperaba y me permitió presentarlo en la ciudad de Córdoba, en lugares paradigmáticos de allá.