Estuvimos disfrutando de la Chaya de Lito Tutino en la localidad de Sanagasta. Una de las últimas chayas cuando ya termina febrero, el patio de Lito vio reunido a muchos jóvenes, y viejos conocidos, así como a destacados folcloristas para completar una tarde fenomenal bajo la sombras de las parras.

“Que linda que es La Rioja pal tiempo del carnaval”, canta Galleguillo. Y es cierto. Pero que lindas que llegan a ser, sobre todo, sus chayas de pueblo. Tomemos por ejemplo Sanagasta, con sus calles enrevesadas y tranquilas, sus arboledas verdes de sombra amplia, sus campos de vides en parra. Este es un pueblo al que se llega para descansar y refrescar las siestas pesadas de la Capital.

Así allí fuimos para conocer la chaya de Lito Tutino, quien recibe a sus invitados en su amplia casa solariega donde no escaseó la bebida ni un abundante asado, incluido los riñones más ricos que hayamos probado en una parrilla. Lito en persona presidía la fiesta, rodeado de su familia y sus afectos y el reconocimiento de quienes fueron allí para chayar.

PH: Julio Marinelli

PH: Julio Marinelli

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Una celebración pequeña, familiar y de amigos, muchos de los cuales eran destacados folcloristas como “Pancho”

Cabral y “Monchi” Navarro. La música estuvo asegurada sobre un pequeño escenario improvisado bajo una mediasombra, mientras las mesas se refugiaban del sol gracias a una inmensa parra con sus sarmientos relucientes ahora que se aproxima la vendimia.

A medida que las zambas y las chacareras, sumadas a la abundante bebida, estimulaban a los presentes, el patio comenzó a llenarse de parejas que bailaban y giraban al ritmo de la música. Los niños, mientras tanto, correteaban sin parar entre los adultos, repartiendo harina y espuma por todos lados.

Que mejor que terminar estas fiestas bacanales tan nuestras que con una reunión amistosa entre amigos, buen clima, música, comida y diversión. Será hasta el próximo año, si así lo quiere la providencia.

PH: Julio Marinelli

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