En palabras del propio autor, y en una cita ineludible, este libro es «una antología va­gamente enciclopédica de la literatura filonazi producida en América desde 1930 a 2010, un contexto cultural que, a diferencia de Europa, no tiene conciencia de lo que es y donde se cae con frecuencia en la desmesura».

 

Escribe: Sofía Bracamonte

“La literatura Nazi en América” no parece ser una colección de cuentos, y tampoco tiene la forma clásica de una novela. Es una antología, una enciclopedia apócrifa de treinta autores de ultra derecha, filonazis, racistas, entre otras delicias. Se estructura en 13 acápites que van englobando en cada uno de ellos a un grupo de escritores por ubicación geográfica o por afinidad temática. Estos personajes destacan por sus biografías quijotescas, carentes de sentido, plenas de contradicciones y por lo quimérico de sus esfuerzos en aventuras que casi nunca tendrán éxito.

Así tenemos a la que se construye toda una habitación para luego recrearla en palabras, a quien hace planos poéticos de campos de concentración, al que por faltarle talento perfecciona el arte de la imitación, entre tantos otros.

El estilo impersonal e informativo, se va deformando llenándose de detalles superfluos y minucias de las vidas personales de los autores que hacen que se escapen varias carcajadas. Porque si, Bolaño maneja un humor refinadísimo en estas páginas, que por momentos se vuelven desopilantes y hacen que queramos saber más o que inclusive, dudemos de que estemos leyendo una obra de ficción. Bolaño juega a romper la pared que existe entre lo “que no pasó” con lo que sí, por lo cual aparece la historia del continente, con sus fechas y sus tragedias y a su vez la vida de estos escritores utópicos, se entrelaza con el fin de dar mayor marco de veracidad al disparate de la redacción.

El delirio incluye a jefes de las barras bravas de Boca Juniors como poetas de su tiempo (ese capítulo es remarcable, va alternando la narración con los mundiales de futbol), a un haitiano que sueña con la pureza del mestizo, a un despiadado asesino piloto y poeta de las nubes.

A más de ello el autor era un lector voraz y en ésta novela despliega ante nuestros ojos su conocimiento literario, logrando una intertextualidad que nos puede servir de disparador para conocer a otros grandes poetas de la literatura universal. Algunos críticos acercaron esta obra a la “Historia Universal de la Infamia” de Jorge Luis Borges, puesto que aquí también se busca hablar de tópicos no tan agradables o políticamente correctos. Defender una ideología de ultra derecha o cercana a Hitler, al Ku Klux Klan y demás horrores de la historia, no parece ser lo más sencillo ni mucho menos agradable. Sin embargo el resultado es excelente. A decir de Bolaño: “El mundo de la ultraderecha es un mundo desmesurado y es interesante de por sí. Lo que pasa es que yo cojo el mundo de la ultraderecha, pero muchas veces, en realidad, de lo que estoy hablando es de la izquierda. Cojo la imagen más fácil de ser caricaturizada para hablar de otra cosa”. Aquí se critica la literatura de vanguardia, el falso idealismo de los vanguardistas, lo mucho que a veces se parecen las izquierdas y las derechas en la destrucción, por omisión o por acción. También hace un guiño humorístico a las odiseas a las que los escritores se someten para alcanzar el éxito a pesar de la indiferencia o el escarnio público.

La crítica literaria Celina Manzoni resalta el hecho que en esta narración en particular, pese a comenzar con el mismo tono neutro y distante de las biografías anteriores, el narrador progresivamente se va convirtiendo en protagonista, a medida que el tiempo pretérito se va acercando al presente. El último capítulo, del infame Ramírez Hoffman, baja totalmente la frecuencia de la narración para volverla oscura, densa y realista. Aquí el narrador interviene en la historia, y pasa a ser él, Bolaño, quien nos cuenta el final y nos da el puntapié inicial para la siguiente novela “Estrella Distante”, que se une necesariamente con ésta.

Roberto Bolaño ha logrado crear con sus letras un universo narrativo propio con personajes y situaciones que se repiten a través de su producción literaria, creando casi un hábitat metaliterario, a decir de J. A. Masoliver Ródenas en La Vanguardia: «Bolaño no sólo muestra una brillante capacidad para inventar figuras literarias, sino también para recrear ambientes, para acentuar conflictos, para inventar argumentos o títulos y para confundir lo real con lo imaginario. Inteligencia, cultura, humor e imaginación están aquí sabiamente conjugados» (J. A. Masoliver Ródenas, La Vanguardia). Bolaño se divierte y experimenta aquí de una manera original y a la que no le falta algo de crueldad, algo que ni al mismísimo Mengele se le hubiera ocurrido.