Dirigida por Juan Pablo Rebella y Pablo Stoll, 25 Watts tiene el gran merito de aportar al ignoto cine de Uruguay una verdadera joya cinematográfica y sería un ejemplo del alto nivel de calidad que puede alcanzar el cine oriental. En este film analizado esta semana por Ángeles Mendoza Herrera, se nos muestra al detalle el sofisticado arte de “rascarse” mientras la vida pasa.
Escribe: Ángeles Mendoza Herrera*
25 watts es un film uruguayo, o mejor dicho montevideano, realizado por la dupla Pablo Stoll & Juan Pablo Rebella**, estrenado en el año 2001 y que marco el cine del país vecino como también al nuestro. Ganó premios en varios festivales, incluyendo Buenos Aires, La Habana y Rotterdam.
La película narra las vivencias de tres jóvenes amigos durante 24 horas desde un sábado a un domingo. Un día cualquiera más, donde parece que no pasa nada pero pasa un poco de todo.
Estos amigos nos muestran el hastió diario y como tratan de salir de él sin agregar drama ni más tedio aún.
Pertenecientes a una clase social media, con una actitud punk y desfachatada, entre lo melancólico, el absurdo y el humor, donde no faltan los cigarrillos, las drogas, la cerveza, el barrio con sus niños y sus perros, la charla vacía pero entretenida de la esquina; ahí están ellos: El Leche, Javi y Seba.
Filmado en blanco y negro, con un presupuesto acotado, muchas veces se menciona y personalmente también me recuerda a Stranger Than Paradise de Jim Jarmusch. No solo por ese detalle si no por la historia de tres jóvenes al igual que la de Jarmush, porque además de ser jóvenes –más que adolescentes pero menos que adultos- están todo el día en la calle.
El estudio, el trabajo y las novias, todo implica un esfuerzo que ninguno quiere o sabe hacer.
Rozan los conceptos del outsider, el perdedor querible y hermoso. Sí, es otra de esas películas del ocio, -como las que hable anteriormente en la columna-, Glue, Ocio y la misma Strangers Than Paradise***.
Pero es imposible no empatizar con esta juventud, donde no importan cuestiones superficiales, ni el frio o el calor, solo pasar el tiempo de la manera más entretenida posible con amigos, y esas charlas que, aunque vacías, son significativas.
En la película vamos a ver personajes díscolos, borrachos, barderos, hasta medio tocados por la locura, hippies, rollingas y mencionar y ver objetos y cosas que han hecho a la juventud previa a internet para las masas: el ring raje, videoclub, la tv, el pool, los flippers, el videocable como novedad, el Atari en la niñez.
Se destaca la banda sonora que se conjuga todo el tiempo con las escenas y los gustos de los personajes, de paso suenan bandas significativas de Uruguay: Los Mockers, El Peyote Asesino, entre otros.
El papel de Hendler, que es una especie de antecedente en cierto punto para otro papel, Gauna en Los Paranoicos, que hizo siete años después en manos del director argentino Gabriel Medina y con Jazmín Stuart como compañera de elenco. ¿Por qué digo que antecedente? por lo punk, la desfachatez, los tics. Es memorable bailando Todos Tus Muertos solo y luego en una disco con Sofía –el personaje de Jazmín- mientras suena la banda local Farmacia con su tema “Nada de nada”. Salvando las distancias, uno de los temas que suenan en 25 watts llamado de igual modo y por la banda Motivos Navideños hablan de lo mismo
La narración no tiene puntos de giro importantes, pareciera que solo tenemos personajes apáticos sin mucha motivación, pero aun así es una película divertida, con un humor particular claro está, bien actuada, y genuina sobre todo, porque la generación o la juventud que nos cuentan sus directores, es la propia. Ese cine también es una manera de desafiar las reglas de cómo debe y que debe contar una película.
*Esta película la vi una madrugada como a los 17 años en la querida TV Pública, después de verla sentí la necesidad de buscar la banda sonora en internet. Acá dejo dos temas/escenas que creo más define la película musicalmente:
Y también, el que mencioné en Los Paranoicos:
** La dupla de Rabella-Stoll luego continúo con otros largometrajes que marcaron de igual manera la cinematografia local.
Según info biográfica en la web “A pesar de haber sido vecinos durante su infancia en Montevideo, los directores –ambos nacidos en 1974- se conocieron a comienzos de los 90 en la Universidad Católica del Uruguay, donde estudiaban Comunicación Social. Pero la colaboración culminó abruptamente con una tragedia: en 2006, a los 32 años, Rebella se suicidó”
“(En) la relación que teníamos con Juan tenía mucho que ver la cultura pop rock, las historietas, las series de televisión que nos gustaban, el humor absurdo tipo Monty Python”, recordó Stoll en una entrevista.
También menciona en dicha nota que la amistad estuvo marcada también un interés mutuo en el cine de Jim Jarmusch, Raúl Perrone y Aki Kaurismaki, entre otros cineastas.
***Aquí las otras columnas de las otras películas mencionadas:
http://yorioja.com.ar/opinion/glue-pegados/
http://yorioja.com.ar/cultura/cine/ocio-la-vida-de-un-hombre/
http://yorioja.com.ar/cultura/cine/inmanente-juventud-strangers-than-paradise/