Cuando uno piensa en la actriz y conductora inmediatamente se la relaciona con los derechos de los animales y el medioambiente, es que al mismo tiempo de construir una carrera con fuerte presencia en el cine italiano o escribir y dar cátedra sobre meditación y veganismo (es la co-autora del libro “Meditaciones para un viaje interior” ), Liz se ha convertido en una activista que no duda en poner el cuerpo y, como en este caso, su voz para causas de explotación o injusticia de diferentes temáticas. “Cinco Corazones” es el nombre del film documental con producción original de Posibl. (Posibl.com), que desnuda la cruel realidad que sufren los caballos en la Argentina, a través de una investigación de más de tres años que evidencia una red de negocios millonarios y complicidades en el negocio de la faena equina y la exportación de carne de caballo a países europeos.

La actriz, que antes del aislamiento se encontraba en nuestro país rodando “Nosotres”, la película se Sabrina Farji –y mientras espera el estreno de “Al posto suo” en Italia-se puso al frente de esta nueva colaboración con Posibl. y en esta entrevista multiplataforma que podés ver en este link, nos habla de todo lo que aprendió sobre la explotación equina y también sobre lo esencial de ser inofensivo y su capacidad para superar adversidades.

Trailer Cinco Corazones acá:

¿Por qué te sumaste al proyecto?

Tengo un vínculo con Martín (Parlato, CEO de Posibl. y Director del film) que venimos construyendo desde hace unos cuantos años. Ya saber del nivel de profesionalidad y profundidad que maneja Posibl. con acciones de impacto social que es un plus, no es lo mismo que te llame una persona que no conozcas y no sepas cómo trabajan. Además de esto, la temática es lo mío (sonríe), es mi tema la defensa de los derechos animales, es mi pasión y es algo que vengo buscando desde hace mucho tiempo, entre otras cosas también. Es algo realmente que me importa y a lo cual dedico una gran cantidad de tiempo porque también considero que es una de las raíces como raza que debemos cambiar, si también nosotros queremos progresar. Si queremos evolucionar tenemos que entender que eso va de la mano de la evolución del reino animal.

Es muy importante los datos y los engranajes que revelan en el film…

Estamos muy emocionados con Martín y con todo el equipo de Posibl. porque sabemos que desde el momento en que esto se lanza es como una semilla de luz que se planta en el mundo, porque cuando la verdad se revela se generan cambios de conciencias en las personas que es lo que en parte este documental busca. Por eso elegí hacer este documental y estamos haciendo este trabajo de comunicarlo y agradezco a ustedes por abrir este espacio. Es muy revelador el documental, de hecho la información que se termina exponiendo es muy dura, es cruda y directa, sin vueltas. Eso a mí me gusta, yo soy kamikaze en mi forma de ser y de comunicar y me gustó que tomen este riesgo de decir: “vamos a contarlo todo”. La información que hay es muy completa. A mí me shockeó cuando me mandan la data, si bien tenía algo de información común con respecto a que se faenaban caballos en Argentina, no sabía la magnitud de este negocio. No sabía que somos los principales exportadores de carne equina el mundo. El 60% de la carne equina que se consume viene de Argentina. Esto ya es un datazo y a eso le sumamos que son 200.000 equinos que se están sacrificando para vender su carne y no existen criaderos de caballos. ¿De dónde vienen estos caballos? Es la gran pregunta. Te deja como qué pasa acá. ¿Qué es lo que está pasando y no sabemos muy bien? ¿Qué es lo que las autoridades están mirando hacia un costado y las industrias están profundizando a base de la explotación y la crueldad animal? A base de la avaricia y la ganancia de unos pocos. Acá en Argentina amamos los caballos y tenemos una concepción del caballos tan cercana, de la nobleza del caballo, de la amistad del caballo, su inteligencia, no nos imaginamos comiendo carne de caballo. De hecho, el consumo interno está prohibido. No te entra en la cabeza, no lo pensás. Como conciencia colectiva los argentinos pensamos que los caballos son amados si son cuidados y no. Es el país donde más maltrato y crueldad se hace en el mundo.

¿Cómo fuiste trabajando el proceso con algo tan desgarrador e injusto?

Creo que el proceso que voy haciendo y voy aprendiendo es que a la hora de decidir poner tu voz y también tu cara -y todo lo que uno tiene a disposición- a raíz de lo que uno fue construyendo entre todo es te tiempo…Ya son veinte años trabajando en la industria y esta profundización, creo que la cuestión animal es como una pata en mi vida. Lo primero es soltar el miedo de comunicar la verdad, porque no se puede avanzar si las verdades no son contadas, entonces con coraje entiendo es la forma principal con la que hay que salir a comunicar. Con verdad y con Fe, para mí cada acción debe ser con Fe y poder coronar el trabajo de tres años de muchísimas personas. En que realmente mi grano de arena pueda ayudar a que esto siga mucho más.

“LA INOFENSIVIDAD PARA MÍ ES MUY INTERESANTE, ES EL VALOR ESENCIAL… DESDE EL MOMENTO EN QUE MI MAESTRA ESPIRITUAL CHER CHEVALIER -DIOS LA BENDIGA- ME DIJO QUE ESTE ES UNO DE LOS OBJETIVOS DE LA EVOLUCIÓN HUMANA: VOLVERNOS INOFENSIVOS.”

Y se plantea además cómo un documental puede modificar realidades, sin más has contado que fue tu caso de un cambio radical en tu vida…

Es inmenso, es masivo el cimbronazo de este tipo de documentales en la sociedad. No tenemos noción realmente, no tenemos forma de medirlos pero sé que es inmenso, por eso yo cuento que cambié mi alimentación a raíz de ver el documental “Earthlings” (la voz la hizo Joaquín Phoenix), yo terminé de verlo y dije “no quiero comer más carne”. Por qué si yo durante 26 años había consumido carne y no me había cuestionado profundamente eso, ¿Qué era lo que comía? ¿De dónde venía? ¿Qué le había pasado a ese ser que sintiente? Y esto es un punto de “Cinco corazones” que lleva a la realidad que viven los caballos en Argentina desde que nacen hasta que mueren, y no se queda sólo en la faena equina porque el paraguas se abre y vemos el negocio de la sangre de yeguas, que es de película de terror. Me lo había dicho una periodista por arriba y ya con el documental, que inseminan yeguas artificialmente en un laboratorio, les sacan sangre mañana, tarde y noche para conseguir una hormona -es todo un sistema de la industria ganadera- y después se las hace abortar, para luego volver a inseminarlas y que tengan esa vida de calvario. Y cuando no les sirven más las venden para faena. Esta carne equina que se faena en Argentina, como no existe la trazabilidad, no se puede rastrear de dónde vienen estos caballos, que no vienen de granjas donde lo están criando específicamente para su faena, son en su mayoría caballos robados, que fueron maltratados y explotados toda su vida para la tracción a sangre o para ciertos deportes como el polo o las carreras de caballos. Y cuando ya no les sirvieron más a sus propietarios, los venden. Es un tema que nos tiene que llamar a todos a la reflexión porque mucha gente tiene caballos y los usa para deportes o para diferentes cosas, que generan ganancia o con deseos personales. Pero el cuestionamiento que nos debemos hacer todos como raza es por qué seguimos poniendo los animales en lugar de cosas. Cuando los animales no son objetos, son seres sintientes, nosotros somos animales, somos de la misma especie y compartimos la capacidad y conciencia de sentir dolor, placer, miedos, de querer un refugio seguro de querer estar con nuestras familias. Todos lo sentimos, no solo los humanos entonces esta desconexión, cómo nos educaron, lo que culturalmente se nos dice y se nos repite de generación en generación que es equivocado. No podemos tomarlo como una verdad. Porque pienso que puedo explotar, usar y cuando no me sirve lo vendo. No es una silla. Es un ser sintiente.

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