San Blas de Los Sauces, ubicado hacia el norte de La Rioja, sobre la falda occidental de la Sierra del Velasco, es una tierra que contrasta enormemente con el resto de la provincia, especialmente por una sola cuestión: el agua, que allí es abundante cuando en otros lados es escasa. El departamento está compuesto por varios pequeños poblados ubicados sobre la Ruta 40 y sus inmediaciones. La cabecera es San Blas pero Salicas es el poblado con más habitantes.
El valle del Río de Los Sauces, corre al pie de la falda de la Sierra de Velasco. El agua del río es usada para el riego y permite el cultivo de frutas (duraznos, ciruelos, nogales) y de campos con viñas. Desde los tiempos de la colonia que esta región lleva el nombre de Valle Vicioso, tal vez por la fertilidad de la tierra aunque otros mencionan la belicosidad de los pueblos originarios de la zona.
Allí habitan seres humanos desde hace por lo menos 10.000 años atrás, con la presencia de pueblos cazadores/recolectores, y luego asentamientos agrícolas de la llamada Cultura Aguada o de Los Barreales (550 – 1.000 A.D.), entre las más antiguas comunidades agro-alferaras de la región. Todo aquello se sabe a partir de la abundante presencia arqueológica en la comarca denominada Hualco, donde las ruinas testifican una época de paz y vida ruda y sacrificada.
Los incas invadieron la región hacia 1470 y la incorporaron al imperio. Un ramal del Camino del Inca pasa por Hualco y también sobre la falda del Famatina, por Chilecito. En 1630, San Blas fue un escenario más de las sangrientas Guerras Calchaquíes que los nativos pelearon contra los españoles. Como punto de defensa en las Guerras, en 1633 se estableció un fuerte donde se asentaron familias en la cuenca del Río Colorado o Salado: El Fuerte de San Blas del Pantano
El mismo fue abandonado hacia 1650 una vez pacificados los nativos y sus pobladores se reubicaron en el valle del Río de los Sauces, donde el poblado se erige hoy a la vera de la ruta.
Los nativos, diaguitas, fueron encomendados por los españoles y convertidos al cristianismo. Habitaron en pueblos que aún hoy llevan nombres indígenas. Los pueblos formaban parte del curato de San Blas.
Esta zona fue reconocida antiguamente por sus pantanos, todavía presentes en la toponimia, aunque esta característica geográfica hace mucho se perdió, posiblemente debido a sequías y cambio climático que desertificaron la región. Solo queda el Rio de los Sauce y todo lo que ello ha significado en los últimos años.
CAPITAL DEL TURISMO
Quien hubiera dicho que este terruño donde alguna vez reinó la brutalidad y la guerra sería con el tiempo el apacible poblado veraniego al que los riojanos acuden en masa para aligerar las altas temperaturas estivales. La popularidad de San Blas y su rio es tal que desde hace años, San Blas es elegido como el epicentro de la Fiesta Provincial del Turismo, que a fines de enero inaugura la temporada alta de turismo riojano.
Año tras año, desde el camping de Andolucas, el show fue creciendo hasta conseguir traer espectáculos internacionales y se amadrinado por modelos de fama nacional que finalmente coronan a la Reina del Turismo de entre jóvenes representantes de los 18 departamentos de La Rioja.
Es un show multitudinario que verdaderamente transforma al pueblo del interior en un centro turístico para miles de visitantes.