La primavera comienza a traer los caloricitos que hacen famosa a La Rioja. Si bien no es tan intenso como en verano, es una buena época para conocer el itinerario local más novedoso: la Ruta del Torrontés.

Es un circuito que suma aromas, colores y sabores y lleva hasta el corazón de las bodegas riojanas, donde se descubre de cerca el proceso de vinificación. Este nuevo atractivo sale de la Ciudad de los Naranjos (el nombre que le dieron a la capital provincial poetas y escritores como Joaquín V Gonzalez). Llega hasta Chilecito pasando por varios establecimientos que abren sus puertas al turismo y organizan visitas seguidas por degustaciones, como en Chañarmuyo o La Riojana.

La Ruta del Torrontés fue lanzada en julio del año pasado, por productores, bodegueros, hoteleros, exportadores y profesionales del sector gastronómico. El torrontés es la cepa emblemática de la provincia de La Rioja y la que la representa en el país y en el mundo.

La primavera es también el momento más indicado para descubrir las maravillas geológicas riojanas. Si bien no se presenta más el PN Talampaya, no es el caso del Cañón del Triásico. Es una reserva natural de intensa belleza, que se encuentra más al norte, cerca de Villa Unión.

Parque Nacional Talampaya: las formaciones rocosas que afloran y lucen colores intensos bajo el sol fueron testigos de la división del continente original Pangea y tienen más de  250 millones de años. La erosión y los distintos climas que enfrentaron las modelaron con formas curiosas y a veces con colores intensos. Durante la visita -muy reglamentada y a bordo de vehículos autorizados- se ven paredones pulidos por ríos que se secaron hace millones de años y figuras como El Monje, el Rey Mago o La Torre. El parque fue declarado Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO

Reserva Los Colorados y el Cañón del Triásico: está en Banda Florida, una pequeña comunidad de casas de adobe, cerca de Villa Unión. El cañadón es otra maravilla geológica de paredones de rocas rojizas. El sitio hace viajar en el tiempo 200 millones de años atrás. Se descubre a lo largo de un pequeño circuito de poco más de 20 kms donde alternan curiosidades geológicas y sitios arqueológicos prehispánicos. Como en el Valle de la Luna de la vecina provincia San Juan, hay una Cancha de Bochas con rocas esféricas.