Siguiendo sus instintos y lo que el corazón le pedía, Emmanuel Rojo, músico de profesión, decidió poner a prueba su vida y empezar a dedicarse a una de sus pasiones: la construcción y mantenimiento de instrumentos musicales. Un verdadero Luthier.

Es importante seguir el llamado de las pasiones, eso que golpea cada día la puerta de nuestras vidas y que no todos se animan a seguir, aunque parezca mentira, vivimos atrapados constantemente en ese “me animo/no me animo”. En el caso de Emanuel Romero, músico de profesión, ese quiebre llegó a partir de una guitarra en mal estado y una mala experiencia con un luthier. Cansado de los mismo de siempre decidió hacerlo el mismo y se rodeó de cuanto manual, tutorial y consejo se cruzó por su camino.

Reparó la guitarra pero en el proceso se dio cuenta de que podía seguir haciéndolo, de repente sabía quién vendía las maderas, las cuerdas y las colas y como poner esas piezas a trabajar.  Pero sobre todo, había lugar para mejorar, para aprender y crecer. “Al iniciarme empecé utilizando pegamento comunes, hasta que fui conociendo que había otro tipo de pegamentos y empecé a manejarme con esos”, ejemplifica.

Además de luthier sos músico ¿Cómo empezaste en la música, que proyectos has tenido?

Soy de Vinchina, a los 3 años me fui de allí a Tucumán viví 8 años allá, porque mi padre es gendarme y tiene una vida itinerante, hice mi jardín en Tucumán y en el año 2000 me fui a la pampa, mi secundaria la hice allí. A los 12 años mi papa me regalo una guitarra y luego de eso me vine a estudiar música a la rioja en el año 2011; hace 6 años estoy tocando con Canto Legüero que podría decir que son mi familia.

¿Sentís que es necesario ser músico para ser luthier?

El músico sabe lo que necesita en un instrumento. Si yo le doy de repente a una persona que es experta en madera (pero no necesariamente músico), capaz que saca un instrumento superior que el del artesano, pero el artesano que es músico va a saber perfectamente la comodidad que tiene que tener un mástil, las cuerdas, cómo tiene que sonar; pero como músico, no como técnico.

¿Cómo te fuiste formando?

Primero rompí muchas maderas, invente muchas máquinas, consulté con lutieres de todo el mundo: con japoneses, franceses, australianos; siendo autodidacta, hace unos meses viaje a Tucumán para formar parte de un grupo de lutieres del NOA, para poder compartir con ellos experiencias y una Master Class. Acá también se hizo, Luis Chaza está muy comprometido con el tema.

¿Cómo es tu método de trabajo? ¿Cómo trabajas con tu cliente? ¿Conversas mucho sobre lo que quiere?

Yo tengo mi taller en mi casa, normalmente cuando llegan los clientes siempre tengo el margen entre una y dos horas para saber qué es lo que necesitan, lo que más tiempo lleva son las guitarras desde cero, ahora estoy haciendo la numero 12, eso lleva más tiempo de concretar.

¿Por qué es mejor una guitarra de luthier que una comprada en una casa de música?

Tendría que contestarte desde dos puntos de vista: como docente te puedo decir que un instrumento de calidad se va a adquirir después de una etapa de descubrimiento, de estudio y querer hacerlo con la pasión que eso conlleva; te diría que si nunca tuviste un instrumento te compres primero un instrumento intermedio antes que uno de los más costoso, porque el instrumento de luthier requiere un cuidado especial que uno va adquiriendo con el tiempo: el lustre, las cuerdas, el traslado y cuestiones así. Y desde el punto de vista del lutier, si vos venís tocando con una trayectoria te diría vení que te hago uno a medida: vos haces que el músico explote su talento, el sonido es muy superior. Por eso me gusta tanto La Rioja, llena de músicos, historias, folclore, anduve por muchos lugares tocando pero La Rioja es distinta, es impresionante.