Zazie dans le metro o en su traducción Zazie en el metro, es un film de 1959 del director francés Louis Malle. La película está basada y es una adaptación de la novela del autor también francés Raymond Queneau (1903-1976) y es la película de la cual nos habla esta semana Ángeles Mendoza Herrera.
Escribe: Ángeles Mendoza Herrera
Zazie es y se sostiene en la pequeña Catherine Demongeot, carismática y antojadiza. La película cuenta la travesía de Zazie en Paris durante un fin de semana, donde lo pasa con su tío Gabriel, mientras su madre esta con su nuevo novio. Zazie llega animada pensando en viajar en metro, pero ¡oh! sus trabajadores están en huelga.
Durante la película, Zazie, que tiene no más de once años, habla como si tuviese más edad. Está presente la sexualidad de un modo sutil, donde los adultos intentan esconderla de ella, pero de la cual al parecer ella ya tiene algo de conocimiento y menos pudor que los adultos al tener que abordarla. Esta sexualidad que digo sutil, se presenta en sus personajes: Su tío Gabriel que trabaja vestido de mujer, un hombre que la intenta conquistar, Pedro Trouscalliony que luego se enamora de la esposa de su tío, Albertine/Albert, el amigo taxista de su tía quien no le gusta hablar del tema, una viuda con aires de ninfómana, entre otros.
El film interminablemente en todo lo que dura presenta varios gags -algo que transmite su humor a través de imágenes, generalmente sin el uso de palabras- y slapsticks -traducido del inglés como “bufonada”, “payasada” o “golpe y porrazo”, es un subgénero de la comedia que se caracteriza por presentar acciones exageradas de violencia física que no derivan en consecuencias reales de dolor. Una forma bulliciosa de comedia que basa su atractivo en el dolor, la farsa, los golpes y las bromas prácticas del humor crudo para crear un efecto cómico en el espectador, excediendo los límites del sentido común-.
Estos por momentos se vuelven interminables. Generalmente tuvieron efecto en mí, que es el de provocar risa. Pero en las partes finales fue perdiendo su gracia por acumulación aunque en eso mismo se basan estos recursos utilizados sobre todo en el cine mudo del siglo veinte.
Zazie no posee muchos diálogos, se sostiene más que nada en, como ya mencioné, los gags y slapticks, como también en los movimientos de cámara, los gestos de sus actores, sus movimientos. También en la estética: los colores y escenarios que remiten a lo pop y lo surrealista.
Los diálogos que están presentes y en base a la literatura de Queneau, son absurdos y despreocupados por las formas a modo de cuestionar la realidad presente.
La banda de sonido remite al jazz y las películas mudas, con algo de pop y acompañan a los otros recursos mencionados de una manera excelente.
El film aun despierta discusión respecto si pertenece o no a la corriente cinematográfica llamada Nouvelle Vague.
Zazie muestra a Paris, sus personajes, sus turistas, su arquitectura desde los ojos de una preadolescente entre ingenua y picara, mas allá de si pertenece o no a la Nouvelle Vague, es un film tragicómico, ácido y dulce por igual, y que esa acidez no le quita diversión.
¿Qué es la Nouvelle Vague o Nueva Ola? Según el ensayo “La reconstrucción fílmica de la urbe. Cine, memoria y ciudad”, de José Ignacio Lorente, “En los años 60 se producen nuevos vagabundeos cinematográficos que contribuyen a desbordar el proyecto de visibilidad de las ciudades. La representación de la ciudad se transforma en espacio de disidencia social, de libertad sexual y de nuevas búsquedas. El cine de la Nouvelle Vague explora la ciudad sentida, el contenido emocional y el proyecto de múltiples miradas, a menudo contradictorias, que toman la ciudad como objeto de experimentación narrativa y de indagación formal, en íntima conexión con la reflexión a la que el propio filme somete sus materiales expresivos y narrativos. A partir de este momento, los propios lugares y enclaves urbanos dejan de ser un hecho o un dato, para revelarse como el resultado de una condensación de huellas, ruinas e inscripciones, el resultado de un intenso entrecruzamiento de significados diversos que reclama lectura e interpretación de las múltiples escrituras que han conformado el denso texto urbano”.
Zazie muestra a Paris, sus personajes, sus turistas, su arquitectura desde los ojos de una preadolescente entre ingenua y picara, mas allá de si pertenece o no a la Nouvelle Vague, es un film tragicómico, ácido y dulce por igual, y que esa acidez no le quita diversión.
Cerca del final, su madre le pregunta si se ha divertido y si ha podido tomar el metro. Le dice que no y que ha envejecido. ¿Qué es envejecer para una preadolescente? ¿Aburrirse? o ¿desencantarse? Quizás alude a esto último, al desencanto de la vida adulta que ha podido observar y ver de cerca durante ese fin de semana.